lunes, 15 de febrero de 2016

La evolución de los métodos de evaluación externa en idiomas

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La evaluación externa de idiomas, en concreto del idioma inglés por parte de Cambridge English Language Assessment, ha cumplido ya más de un siglo. El primer examen Cambridge English: Proficiency se realizó en Reino Unido en el año 1913; mientras que, en España, la primera candidata superó el examen Cambridge English: First en Barcelona en el año 1945. De estos pioneros, debemos dar el salto a las décadas de los años 80 y 90 para encontrar la certificación del inglés concebida como un complemento importante a la educación en idiomas, con un incremento exponencial de las personas interesadas en obtener estos certificados por motivos laborales y académicos.
Pero no ha sido hasta los últimos años, y concretamente en el caso español, cuando la certificación lingüística ha experimentado el gran salto cualitativo y cuantitativo al convertirse en una parte importante de los programas de fomento de enseñanza del inglés en todo tipo de colegios. En lo que se refiere a la enseñanza universitaria, el Plan Bolonia también ha dado un impulso a la certificación lingüística al promover un mejor conocimiento de los idiomas en el marco de la Unión Europea.
Dos motivos emergen como las principales razones de la introducción de la evaluación externa en los programas educativos: el deseo de incrementar las competencias en el aprendizaje del idioma, especialmente el inglés, y el deseo de incrementar el número de estudiantes en el mismo. Cuando aprendizaje y evaluación están fuertemente integrados, estos dos retos podrán ser mejor conseguidos, ya que el entorno de aprendizaje es más positivo y motivador.
La evaluación externa como parte del currículo educativo ejerce una poderosa influencia en el proceso de enseñanza, con efectos positivos en cuestiones como la motivación en el aprendizaje, la mejora de las competencias adquiridas, las actitudes, la motivación en el profesorado y la innovación en la práctica de la enseñanza del inglés
En este último sentido, el impulso del bilingüismo y la introducción de la evaluación externa en las aulas han supuesto importantes cambios metodológicos en la enseñanza relacionados, básicamente, con la introducción del aprendizaje del inglés a edades tempranas. Este hecho permite aplicar una metodología que antepone el establecimiento de procesos de aprendizaje naturales, en los que prima el hecho comunicativo oral, sobre factores de carácter más académico. Numerosos expertos aseguran que ésta es la mejor manera de introducir a una persona en el aprendizaje de un idioma y de asegurar unos buenos cimientos en el mismo. La evaluación, también desde edades tempranas, no hace más que afianzar estos conocimientos y dotar a los alumnos de una confianza y familiaridad con la evaluación que les resultará fundamental en el futuro.

El examen, una herramienta en continuo cambio

Por otra parte, no es posible hablar de la evolución en la evaluación sin mencionar los cambios experimentados en los propios exámenes y destinados a adaptar estos a los últimos avances pedagógicos en el ámbito de la evaluación lingüística.
Precisamente a principios del año 2015, los certificados Cambridge English: First y Advanced fueron actualizados en este sentido. Exámenes más cortos, con cuatro partes en lugar de cinco, y con un cuidadoso diseño basado en estudios llevados a cabo durante los últimos años, han permitido que el test actualizado evalúe exactamente el mismo nivel y habilidades del dominio del inglés pero en menos tiempo. Un extenso equipo de investigadores hace, así mismo, que la evolución se refleje en cada uno de los ítems de la prueba; de manera que las preguntas traten temas adecuados a la sociedad actual y a la edad de los candidatos.
Por supuesto, la informática ha llegado también a la evaluación lingüística. Cabe destacar los numerosos recursos online pedagógicos que están disponibles para profesores y para padres y alumnos. En los últimos años, Cambridge English ha editado desde aplicaciones para mejorar vocabulario, hasta audio-series para practicar el listening pasando por karaokes infantiles, todo ello con la intención en apoyar y enriquecer la enseñanza tradicional. Por otra parte, la evaluación online ?el sistema Computer Based- supone una tendencia que se va implantando en muchos centros. Ordenadores en red, conexión a Internet, códigos de encriptación, auriculares y una impresora? son los elementos que componen esta nueva manera de hacer el examen.
La informática permite, así mismo, implementar los más estrictos niveles de seguridad en las pruebas. Este aspecto es, precisamente, otro de los campos en los que la innovación es clara. Además de los rigurosos controles de identidad que se realizan en cada una de las pruebas, sistemas avanzados de análisis estadístico permiten realizar exactos cálculos de probabilidades ante la posibilidad de que se produzcan trampas en los exámenes.

Hacia un reporte exacto y significativo de los resultados

Por último, el valor de un certificado es relativo si éste no asegura al candidato un reconocimiento en el mundo laboral o educativo en función de los objetivos del mismo. En este sentido, la manera de presentar las calificaciones también ha avanzado para ofrecer una fotografía más exacta de la capacidad del candidato y un instrumento más útil para las entidades que lo demandan.
La alineación con los estándares internacionales reconocidos es un requisito fundamental para asegurar la validez de los certificados. El estándar por excelencia es el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, MCER, el mayor conjunto de descriptores de la lengua desarrollado hasta ahora y en cuya elaboración Cambridge English Language Assessment tuvo un papel de relevancia como miembro fundador de ALTE (Association of Language Testers in Europe).
Otra cuestión importante es presentar un sistema de reporte de resultados que ayude a que las organizaciones educativas y empresariales puedan elegir con un gran grado de precisión qué habilidades requieren de sus candidatos y comprobar si estos las cumplen. Un ejemplo de ello es The Cambridge English Scale. Se trata de un sistema basado en muchos años de investigación y en el continuo esfuerzo de mejora de Cambridge English, que está diseñado como complemento al MCER. El sistema provee de una imagen clara de las capacidades del candidato y permite ver cómo sus logros se corresponden con los estándares reconocidos internacionalmente, así como con otros exámenes de Cambridge English.
Como conclusión, podemos afirmar que el mundo de la evaluación del inglés no ha dejado de evolucionar desde hace más de un siglo hasta convertirse en una parte importante de la enseñanza y el aprendizaje del idioma.
Por: Xavier Ballesteros, Head of Marketing Cambridge English Language Assessment para España y Portugal

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